En este blog se permite fumar, aunque recomiendo no hacerlo en agradecimiento a una excelente homeópata a la que debo mucho. Se prohibirá terminantemente el día en que desaparezcan las armas atómicas, las centrales nucleares y sus residuos, la contaminación, la desertización y la pederastia. ¡Ah!, se me olvidaba, también se pueden dejar comentarios.

miércoles, 26 de febrero de 2014

Otrora (Microrrelato)



OTRORA

Hubo un tiempo en el que los reyes eran sabios y justos, y los súbditos trabajadores, leales y nobles; en el que las viudas, los huérfanos y los pobres eran tratados con cariño y respeto, y provistos de lo necesario para su cotidiano sustento; en el que los guerreros combatían para erradicar el mal y para defender a quienes no podían valerse por sí mismos; en el que la decencia, la virtud, el honor y el buen hacer eran enaltecidos, y despreciados el vicio, la corrupción, el odio y la violencia gratuita.
Sí, hubo otro tiempo. Un tiempo mejor.
Pero no recuerdo cuándo fue.